La bandera que defiendes te define.

   Algo que cada vez esta más obsoleto si se quiere evolucionar es la patria, el mundo parece ir en una dirección de unión de conciencia colectiva, por desgracia cada vez menos gente que parece entender lo que significa, no se trata de perder la identidad o tus raíces para acoger otras, si no de ser quién eres por y para tí, sin imponer a nadie nada, ni una bandera, ni una creencia de ningún tipo, más que lo que nos une a todos, la vida.
   Durante años las patrias han creado guerras, desigualdad social y dogmas que, paradójicamente, merman la individualidad de cada uno para firmar un ancla de una especie de un "todo". Muchos piensan hay grandes personas que dominan todo detrás de ello, pero el único ser que yo veo es Ego y orgullo (confundido como Amor propio; algo bien distinto). Intereses creados desde hace demasiados años; tantos que ya han perdido toda la fuerza y coherencia que en su día tenían, pero somos incapaces de perder ese punto de salida lejano y distorsionado; incapaces de aceptar que somos imperfectos y nos queda por aprender y que por, muchos años que pasen, seguimos siendo niños cuando nuestra vida llegue a su fin.

   Nos justificamos por viejas injusticias que hoy no existen pero las vemos igual, ignorando las que causamos con esta percepción que tenemos, pues es lo que queremos que nos de sentido a nuestra vida. Quizás deberíamos dejarnos de viejos lastres que solo hace que sumarse a un circulo vicioso infinito. Fíjate, cuando tenemos un hijo este llega libre de creencias y lo que hacemos es cortarle las alas desde el primer momento, le llenamos la cabeza con esos fantasmas del pasado que no ha vivido, marcándole, en la vida, un estigma que hará de él una herramienta de odio, de distorsión de una realidad y perfecto para ser manipulado al grito de alguien; en vez de ver a ese pequeño crecer y aprender de él lo que se nos fue arrebatado durante los años de vida que llevamos, la sociedad que nos rodea no nos deja crecer por que todos estamos castrados mentalmente con el "no puedes hacerlo", "si te sale es por suerte, no por que valgas" o "la mayoría dice se A y mi opinión ha de ser la misma por que es así".

   En todas las guerras han habido muertes, muertes de personas inocentes, y que se entienda por inocentes, a parte de la población donde ocurre tal atrocidad, a los que empuñan las armas cegados por odio, manipulados por la creación de un falso enemigo, que es alimentado por el aliado y el mismo enemigo y esto ocurre en los dos "bandos" que coinciden en lo mismo, dominar a la gente y mermarles la individualidad im-poniendole una patria, bandera o creencia; De nuevo, el Ego y los dogmas, nos convierten en la mayor máquina asesina de mundo; negamos lo que somos, animales, y eso nos arrastra a una espiral de destrucción por que no sabemos gestionar los impulsos de manera adecuada.

Por ello, mi consejo es que a la hora de defender algo: piensa, reflexiona alejado de todos, prueba tu soledad, no tengas en cuenta a nadie más que a ti mismo, reconoce y acepta lo que eres con todas sus palabras. Si eres humilde contigo no te gustará la conclusión a la que llegarás. Si te engañas recurriras a lo que recuerden "la mayoría".
   Solo puedes hacer dos cosas aceptarlo y procurar cambiar lo que no te gusta de tí al margen de los demás o culpar a los demás y limpiarte las manos.

-Si lo aceptas y lo decides cambiar empezarás un camino solitario donde nadie más que tú y tu         percepción del mundo te podrá dar una respuesta que te llevará a un nuevo examen personal; pero todo lo que te ocurra tendrá sentido y sabrás ver cuando lo has provocado o cuando es simplemente una nueva experiencia a vivir.

-Si decides culpar a los demás solo verás Caos y todo te parecerá injusto.

    No se trata de ser antisocial, evitar a los demás, callarte lo que piensas, decir que si a todo o no jugar con las normas de la sociedad actual, solo se trata de marcar unos límites para defender tu individualidad. 
Mi libertad acaba donde empieza la tuya, pero la tuya acaba donde empieza la mía y tu tienes tanto derecho a ser impertinente, arrogante, prepotente como yo a ignorarte. la libertad no se encuentra fuera se encuentra en nuestra percepción, en nuestra mente.
No es fácil, pero nadie dice que lo sea.

y piensa ¿Que bandera defenderás ahora?...

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